La angiografía cerebral es una técnica de evaluación médica que permite el estudio y análisis del flujo cerebral y la salud del sistema cerebrovascular. Se trata de una técnica en el que se emplean rayos X para visualizar mediante la inyección de un contraste en los principales vasos sanguíneos cerebrales el flujo y el estado del sistema circulatorio. Las imágenes obtenidas son generalmente muy claras y permiten identificar con precisión alteraciones en la circulación sanguínea del encéfalo.
También se le conoce como:
Antes del procedimiento, su proveedor de atención médica lo examinará y ordenará exámenes de sangre.
Coméntele al proveedor de atención si usted:
Es posible que se le solicite no comer ni beber nada durante 4 a 8 horas antes del examen.
Cuando llegue al sitio en donde se realizará la prueba, se le suministrarán una bata hospitalaria para que se la ponga. Tiene que quitarse todas las joyas.
La angiografía cerebral se utiliza con mayor frecuencia para identificar o confirmar problemas con los vasos sanguíneos en el cerebro.
Su proveedor puede ordenar este examen si usted tiene síntomas o signos de:
Algunas veces se utiliza para:
En algunos casos, este procedimiento se puede emplear para obtener información más detallada después de detectar algo anormal por medio de una resonancia magnética o una tomografía computarizada de la cabeza
Este examen también se puede hacer en preparación para un tratamiento médico (procedimientos radiológicos intervencionistas)por la vía de ciertos vasos sanguíneos.
La angiografía cerebral es una prueba que se utiliza para observar el flujo circulatorio y el estado de los vasos sanguíneos del cerebro. Son múltiples los trastornos y enfermedades que la aplicación de esta técnica permite observar.
Accidentes cerebrovasculares o ictus:
La angiografía permite observar la existencia de extravasación y roturas de vasos sanguíneos, o bien la ausencia o obstrucción de la circulación en alguna área del cerebro. Es por ello que estamos ante una técnica válida tanto para detectar isquemias como para visualizar hemorragias cerebrales.
Aneurismas:
El uso de angiografía permite detectar la presencia de aneurismas, abultamientos de la pared arterial rellenos de sangre y de pared relativamente más débil que pueden romperse.
Tumores:
La presencia de tumoraciones en el encéfalo tiende a provocar alteraciones en el flujo de sangre del cerebro, así como provocar fenómenos como los accidentes cerebrovasculares. Por ello la angiografía permite observar la presencia de anormalidades generadas por la presencia de tumores.
Malformaciones:
La existencia de malformaciones congénitas, como ocurre en el MAV, también puede valorarse mediante esta técnica de evaluación y diagnóstico.
Alteraciones arteriales o venosas:
Mediante la angiografía cerebral puede observarse si los vasos sanguíneos del cerebro tienen un buen estado de salud, si se encuentran inflamados o si se presentan trastornos como la ateroesclerosis.
Muerte cerebral:
La angiografía cerebral es también utilizada para evaluar si existe o no muerte cerebral. Concretamente, se evalúa si existe o no flujo sanguíneo, observándose una ausencia de irrigación en aquellos casos de muerte encefálica.
Otros trastornos:
Existe la posibilidad de observar mediante la angiofrafía cerebral la presencia de diferentes trastornos y enfermedades al margen de las anteriormente dichas. Por ejemplo, pueden encontrarse alteraciones ante la neurosífilis, o bien en personas con trastornos como el síndrome de Kleine-Levine.
Rango sujeto a criterio del ente de salud. Sugerimos esperar y revisar informe.
La angiografía cerebral se realiza en el hospital o en un centro de radiología.
Una zona del cuerpo, generalmente la ingle, se limpia e insensibiliza con un anestésico local. Se coloca un tubo hueco y delgado llamado catéter a través de una arteria. El catéter se va subiendo cuidadosamente a través de los vasos principales de la zona del abdomen y el tórax hasta una arteria en el cuello. Las imágenes de rayos X ayudan al médico a guiar el catéter hasta la posición correcta.
Una vez que el catéter está en su lugar, el tinte se envía a través de éste. Se toman radiografías para ver cómo se desplaza el tinte a través de la arteria y los vasos sanguíneos del cerebro. El tinte ayuda a resaltar cualquier obstrucción del flujo sanguíneo.
Algunas veces, una computadora elimina los huesos y los tejidos en las imágenes que se estén observando, de manera que sólo se ven los vasos sanguíneos llenos de tinte. Esto se denomina angiografía por sustracción digital (DSA, por sus siglas en inglés).
Después de tomar las radiografías, se retira el catéter. Inmediatamente se aplica presión sobre la pierna en el lugar de inserción durante 10 a 15 minutos para detener el sangrado o se utiliza un dispositivo para cerrar el pequeño agujero. Posteriormente se coloca un vendaje apretado. La pierna se debe mantener extendida durante 2 a 6 horas después del procedimiento. Observe la zona por si hay sangrado al menos durante las siguientes 12 horas. En raras ocasiones se utiliza una arteria de la muñeca en lugar de una arteria de la ingle.
La angiografía con catéter es menos usada hoy en día. Esto se debe a que la ARM (angiografía por resonancia magnética) y la angiografía por tomografía computarizada proporcionan imágenes más claras.